Para ello, lo ideal para que una cata entre amigos sea lo más agradable posible, es respetar una serie de "buenas prácticas" (que dirían los franceses), que intentaré resumir a continuación:
Condiciones
El número ideal de personas es entre 6 y 8, y debe evitarse superar los 12 participantes, ya que esto no permitiría dispensar suficiente vino a cada uno de los participantes. El mejor momento es antes de comer o de cenar, ya que al tener más hambre, se aprecian mejor los matices del vino. Se deben evitar los olores fuertes (perfume, tabaco, etc.) y la luz de neón (favorecer la luz natural o las velas), y la mesa debe estar cubierta por un mantel blanco (la típica hoja de papel puede valer como recurso). La temperatura debe estar entre los 18 y los 22 ºC y debe reinar la tranquilidad y el silencio. ¡Pero esto quizás sea mucho pedir!Material
Además, cada participante dispondrá de un vaso de agua para poder enjuagarse la boca.
Si se hacen bien las cosas, hay que contar además con un cubo de champagne por cada dos participantes (pero esto lo dejo al gusto del consumidor). Aconsejan también disponer de algo de pan blanco, ¡pero esto me parece una pena teniendo los productos de la tierra que tenemos! Para terminar, se recomienda tener servilletas, hojas para apuntar y un termómetro para el vino...
Aquí abajo adjunto las medidas del vaso, pero cualquiera con esta forma (que permite concentrar los aromas en lo alto del mismo) será suficiente. Dejaré para la siguiente entrada el tema de los diferentes tipos de cata y de vinos. ¡A prepararse!